viernes, 18 de mayo de 2012

Sin título II

Todo el día llueve en mi cama
llueve agua y llueve sal,
llueve en el día y en la noche escampa,
mi habitación es todo un mar.

Los grillos sollozan cuando la muerte llora,
las nubes desvencijadas se marchitan,
dejan caer las lágrimas que atesoran
y como tristes sueños se precipitan.

El tiempo desafina los recuerdos,
son borrosos en mi opaca historia,
en la locura de los cuerdos,
en el fango, en la memoria.

Cada noche dura tres años y medio,
se alarga y ensancha en la línea del tiempo
y se reduce a dos horas de tedio,
se extinguen en la vida a destiempo.

La tristeza viene como una ola,
se va y vuelve con más fuerza
y en la arena deja una caracola,
es la muerte que a mi cama regresa.

2 comentarios:

  1. He leído las que me había perdido:

    Germán juega a lo que los demás le llaman vivir... el testigo que se esconde tras el estruendo de una lluvia palpitando sobre el incandecente pavimento, una odisea ejecutada al unísono de Carmina Burana entre el anónimo ajetreo citadino, el eclipse de una sonrisa infantil tras las manos de su dueño, una mirada trazando coordenadas sobre el suelo... mi amigo Germán, el poeta. :)

    http://www.youtube.com/watch?v=rKlw3I96YBw&feature=related

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  2. Muchas gracias por tu magnífico comentario Anais, aunque estoy lejos de ser lo que tú dices, te agredezco.

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